Estimados hermanos y amigos que visitan este blog.
Hay un tema que me preocupa y que deseo brevemente compartir con ustedes: La cultura del engaño...Una cultura sin castigo en nuestro país.
Hace unos pocos días salió un titular de periódico que daba cuenta de que el 80% de las tesis Universitarias son plagiadas. Es decir, que la mayoría de nuestros profesionales llegan a serlo después de haber engañado a la Universidad que les capacitó. Eso parece ser algo viejo, pero es ahora que se cuantifica. De esos profesionales salen los abogados que falsifican firmas, que hacen contratos falsos, que retrasan los procesos, etc. También salen los médicos que pudiendo ofrecer otra alternativa, proponen una operación, porque le es más rentable.
Otros sectores, que no necesariamente pasan por la Universidad, no se quedan atrás. Por ejemplo, los mecánicos cuentan entre sus filas a muchos que usted les lleva un vehículo y le dice que le cambió una pieza, pero resulta que no lo hizo, aunque se la cobre. Es el mismo que le ofrece entregarle un trabajo en una fecha, consiente de que no le va a cumplir. Esto por citar algunos ejemplos. Lo propio pasa con los colmaderos, muchos de los cuales arreglan el peso para darle menos de la cantidad señalada. Algunos dueños de super mecados, venden mercancías que están pasadas como si estuvieran buenas. Algunos gasolinero le mezclan el combustible más caro con el menos caro y se lo venden al precio mayor para ganarse una diferencia. Algunos alteran las maquinas para que echen de menos. Que decir de los gaseros, los cuales han visto muchas de sus embasadoras cerradas por estafar a los clientes al venderles menos cantidad que aquella por la que pagaron. El que vende un carro, muchas veces sabe que tiene desperfectos, que ha sido chocado, que no vale su precio, pero se gloria si logra vender una chatarra a un ignorante a precio de nuevo.
La lista es diversa, e incluye a deportistas que usan sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento y competir con los demás en situación desigual. Candidatas a concursos de bellezas que todo en ellas es reconstruido. Candidatos a diferentes cosas que comprar los jueces o alteran los número para ganar, y etc, etc, etc.
Eso pasa en todas partes del mundo. Lo que me preocupa es que aquí pasa casi impunemente.
En otros países se cohiben un poco porque hay castigos, pero el corazón del ser humano donde quiera es el mismo, y si existiera la seguridad de que no van a ser descubiertos o castigados, estarían iguales que aquí.
En todos estos casos de enfermedad espiritual, la receta es la misma: JESUCRISTO. ¡Cuanta falta hace Jesucristo en el corazón de los hombres!. Con él no habría necesidad de tantas leyes y gastos en vigilarnos, pues nuestras conciencias y nuestro amor a Dios y al prójimo nos impediría engañar a los demás
"Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por ÉL ENSEÑADOS, conforme a LA VERDAD QUE ESTÁ EN JESÚS.
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, QUE ESTÁ VICIADO CONFORME A LOS DESEOS ENGAÑOSOS,
Y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios EN LA JUSTICIA Y SANTIDAD DE LA VERDAD.
Por lo cual, DESECHANDO LA MENTIRA, HABLAD VERDAD CADA UNO CON SU PRÓJIMO; porque somos miembros los unos de los otros"
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