Las muertes violentas de 2 valiosos
seres humanos: Leónidas Martínez, Luis Manuel Medina, las heridas a la secretaria
de la estación de radio FM103 de San Pedro de Macorís, la Joven Dayana Isabel García y la
posterior muerte también violenta del señalado como victimario de ellos 3, el Señor José Rodríguez, ha consternado y llenado de pena, asombro,
dolor e indignación a toda la población Petromacorisana y al país.
¿Cuáles son algunas lecciones
espirituales nos dejan estos trágicos y lamentables sucesos?
NOS
RECUERDAN LO FRAGIL QUE ES LA VIDA
El hombre es semejante a un soplo; sus días
son como una sombra que pasa. (Salmos 144:4)
Hacemos planes para mañana, pero:” ¿Cómo saben qué será de su vida el día de
mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y
luego se esfuma.” (Santiago 4:14)
Pues ciertamente moriremos; somos como el
agua derramada en tierra que no se vuelve a recoger… (2 Samuel 14:14).
Vanidad de vanidades, dice el Predicador,
vanidad de vanidades, todo es vanidad. (Eclesiastés 1:2)
“Pues
él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. Nuestros días sobre la tierra son como la hierba;
igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.” (Salmos 103:14-16)
igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.” (Salmos 103:14-16)
LA
MUERTE NOS SORPRENDE CUANDO MENOS LO ESPERAMOS
La
Biblia dice que todo tiene su tiempo. Hay de tiempo de Nacer y tiempo de Morir
(Eclesiastés 3:1-2). Pero sobre ninguno de estos dos eventos tenemos control.
Algunos dicen que con un hechizo o una oración pueden saber el día en que van a
morir, pero aquí lo importante no es cuando, sino cómo.
La
Biblia dice: “nunca sabe nadie cuándo le llegará su
hora: En cualquier momento podemos caer en la desgracia, y quedar atrapados
como peces en la red o como pájaros en la trampa.” (Eclesiastés 9:12).
Y no importa si estas rodeado de guarda espaldas,
el asalto es que quien lo da. “¿De qué te sirve tener un
encantador de serpientes, si la serpiente te muerde antes de ser encantada?” (Eclesiastés 10:11).
Al igual que pasó con el caso de
Juancito de los Santos, ex alcalde de Santo Domingo Este, quien muriera trágicamente
el 15 de Diciembre del año 2015, Leo y Luis Manuel estuvieron rodeados de personas que estaban
dispuestos a defenderlos, pero lamentablemente el asalto es de quien lo da. La
muerte nos sorprende a la vuelta de cualquier esquina y cuando menos la
esperamos.
VIVIMOS
EN UNA CULTURA DE MUERTE
En nuestro país arriesgamos
frecuentemente nuestras vidas andando en motores sin casco, conduciendo a
velocidades imprudentes, bajo los efectos del alcohol, sin cinturón de
seguridad, portando armas de fuego o armas blancas
Matamos en el vientre
de sus madres cada año 150 mil niños. Los
feminicidios son el pan nuestro de cada dia.
2 095 mujeres, fueron asesinadas
en este país entre el 2003 y el 2013
(95% a manos del esposo, concubino o ex concubino), y más de 7 400 menores de edad han quedado
huérfanos por esta razón. Así
mismo, 698 hombres se habían quitado la vida desde el año 2000
hasta el 2010.
El gran promotor de la violencia es Satanás. “…El fue
un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay
verdad en él.” (Juan 8:44). El 63,2%
de las muertes violentas en el país son producidas por armas de fuego. El patólogo Sergio Sarita
Valdez reveló que el Instituto Nacional de Patología Forense había realizado hasta
Octubre del año 2015, 1,500 autopsias,
de las cuales las dos terceras partes corresponden a muertes violentas en el
país, sobre todo por armas de fuego.
Cuando jugamos con bebidas alcohólicas, drogas narcóticas y
armas de fuego, el resultado final será siempre tragedia. “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que
se quemen sus vestidos? ¿Andará el hombre sobre las brasas sin que se le
quemen los pies?” (Proverbios 6:27-28).
Aunque
este texto se refiere al hombre que se acuesta con la mujer de su prójimo, es
perfectamente aplicable a todo aquel que juega con cosas peligrosas o
prohibidas.
NECESITAMOS PREPARARNOS CON CRISTO HOY MISMO
Siendo la vida un don tan frágil y que se nos
puede quitar en cualquier momento, debemos ponerle un seguro a nuestras almas
que son eternas. Jesucristo es el único que puede darnos ese regalo. Él dijo:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá
eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26)
Cuando
entregamos nuestra vida a Cristo hemos pasado de muerte a vida. "De
cierto, de cierto les digo: El que oye Mi palabra, y cree en El que Me ha
enviado, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida." Juan 5:24.
Aprendemos a respetar la ley, a amar a Dios y al prójimo,
a respetar su derecho y a darle preferencia, a resolver nuestras diferencias hablando y no
agrediendo, a esperar en Dios cuando las cosas no nos salen como las habíamos planeado.
El
presidente Danilo Medina dijo a raíz de
la muerte de Juacito de los Santo, que la vida no termina cuando se nos cierra
una puerta. Que los problemas son grandes oportunidades para mejorar. Que
cuando usted sienta que no tiene salida vaya a una iglesia o tránquese en su
habitación y busque de Dios para que le de fuerzas. Dijo que debemos volver a
valorar la vida como un don de Dios. (1
Juan 5:20).
Creo
que es un consejo oportuno para la ocasión. Buscar de Dios, de su palabra, de
sus consejos, de su verdad.
La
muerte de Leo Martínez, del buena amigo Luis Manuel Medina, del Señor José Rodríguez
y hasta las heridas de la joven Dayana Isabel García nos deja un profundo pesar,
una pérdida irreparable. A los muertos no le podemos devolver la vida, solo
podemos pedir a Dios para que consuele a sus familiares y nosotros como
ciudadanos aprender valiosas lecciones sobre la necesidad de vivir como si hoy
fuera el ultimo día de nuestras vidas, a buscar siempre de Cristo y poner
nuestras vidas en paz con él.
“Porque así
dice el SEÑOR a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.”
(Amos 5:4)
``Me buscaréis y me encontraréis,
cuando me busquéis de todo corazón.” (Jeremías 29:13)