EL DINERO es un medio de cambio. Debe
ser visto como un instrumento para llevar a cabo los planes de Dios en la
tierra. Dios es señalado como el dueño y nosotros somos señalados como
administradores de los bienes materiales (representados por el dinero) que Dios
nos confió en la creación.
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“Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor
de los ejércitos.“ (Hageo 2:8)
“Y los bendijo diciendo: «Tengan muchos hijos para
así poblar el mundo y ejercer control sobre él: sean jefes de
los peces del mar, de las aves del cielo y de toda criatura que se arrastra por
el suelo». (Génesis 1:28)
Aproximadamente
2,400 versículos hablan del dinero o posesiones materiales en la
Biblia.
1. El dinero
es bueno, no tiene nada de malo. Lo malo es el amor al dinero (1Timoteo 6:9, 10 “Los que están resueltos a ser ricos caen en
tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, el amor al dinero es raíz de toda clase de
males; y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos”…. Las personas aquí descritas ha hecho del dinero el
propósito de su vida. "toda clase
de males" resultan de amar al
dinero: mentiras, fraude, asesinatos, engaño, robo, divisiones familiares, divorcio,
conflictos judiciales y hasta guerras. Por ejemplo, el banco Goldman Sachs, en 2009 ganó más de
5.000 millones especulando con materias primas, como el maíz, el trigo o el
arroz, encareciendo su precio y contribuyendo a la muerte de personas pobres
que no podían pagar por su precio.
El dinero compite con Dios por la lealtad
del corazón del hombre. “No sean avaros, pues la
persona avara es idólatra” (Colosenses 3:5b). “El que ama el dinero no se saciará
de dinero.”(Eclesiastés 5:10).
“El rico considera su riqueza como ciudad fortificada; se la imagina
como una alta muralla.” (Proverbios 18:11). Lo hace sentirse protegido,
independiente, todopoderoso, exitoso, etc., Por eso, Cristo dijo: “Nadie puede servir
a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al
otro. No se puede servir a Dios y al dinero”(Mateo 6:24). “El que ama el
dinero no se saciará de dinero.”(Eclesiastés 5:10).
2.
La Biblia no condena al rico (Abraham, Job, y otros eran ricos), sino que lo
incentiva para que sea generoso. “A los ricos de
este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas,
las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que
sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen
fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.” (1 Timoteo 6:17-19)
3.
La Biblia incentiva el trabajo
duro y la preparación para obtener dinero. “Por mucho que desee, el perezoso acabará en la ruina, porque sus manos se niegan a trabajar. Hay quienes
se la pasan codiciando todo el tiempo, ¡pero a los justos les encanta dar!” (Proverbios 21:25,26).
“¿Has visto un hombre diligente en su
obra? Delante de los reyes estará; no estará delante de hombres sin
importancia.” (Proverbios 22:29).. “La mano negligente empobrece; más la mano de los
diligentes enriquece” (Proverbios
10:4).
4.
La Biblia nos anima a ser
honrados y a compartir de lo mucho que Dios nos da “El que robaba, que no robe más, sino que trabaje
honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.” Efesios 4:28). “Mas
bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35)
5.
Incentiva el ahorro y los ser
precavidos. “¿Quién de ustedes que quiere edificar
una torre no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo
suficiente para completarla?”(Lucas 14:28). . (Proverbios 21:5). “Los planes bien pensados y
el arduo trabajo llevan a la prosperidad,
pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.”.
pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.”.
6.
No condena endeudarse, pero si condena las deudas
innecesarias. Romanos, capítulo 13 y
versículo 8, se lee: “No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros;
porque el que ama a su semejante ha cumplido la ley”… “Los sabios tienen riquezas y lujos,
pero los necios gastan todo lo que consiguen”. (Proverbios 21:20)
pero los necios gastan todo lo que consiguen”. (Proverbios 21:20)
7.
Enseña a pagar nuestras deudas.. Salmos 37:21 Los perversos piden prestado y nunca pagan, pero los justos dan con
generosidad. Cumplir con los
impuestos. .. “Pues por esto pagáis también los
impuestos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto
mismo. Pagad a todos lo que
debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto,
respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada,
sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”.
(Romanos 13:6-8)
8.
Tener una buena actitud cuando las cosas no vayan bien. “…He aprendido a
contentarme cualquiera que sea mi situación, Sé vivir con casi nada o
con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación,
sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco.” (Filipenses 4:11,12)
9.
El Plan de Dios es que la primera
parte de nuestros ingresos sea para honrarlo a él. Una parte de nuestro ingresos para
nuestros gastos, una parte para honrar a padre y madre y otra parte para
ahorrar…Acuérdate del Señor tu Dios, porque él te da el poder
para hacer las riquezas (Deuteronomio 8:18). “Honra al Señor con tus bienes y
con las primicias de todos tus frutos, así
estarán repletos tus graneros
y rebosantes tus depósitos de vino.” (Proverbios 3:9,10)
y rebosantes tus depósitos de vino.” (Proverbios 3:9,10)
10. Condena el comercio en religión. “En el pueblo judío hubo falsos profetas, y
también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán
herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto
les traerá una pronta destrucción. Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa
de ellos se difamará el camino de la verdad. Llevados por la avaricia, estos
maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su
destrucción los acecha.” (2 Pedro 2:1-3)
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