1.
Imagine que usted tiene la
opción de construir una casa en el lugar que prefiera, de las dimensiones que
quiera, con los mejores materiales disponibles y que la puede adornar y llenar
con todo lo que le apetezca. ¿Es eso posible?. El campo de la mente nos ofrece
esa maravillosa oportunidad, y sin dudas usted puede hacerlo. En efecto, ya lo
ha hecho.
2.
La Biblia enseña que como es el
pensamiento dentro del hombre, así es él. Dicho de otro modo, usted se
convierte en aquellos que piensa la mayoría del tiempo. Sus pensamientos
dominantes son los ladrillos con los que usted construye su casa mental,
emocional, espiritual y hasta física.
3.
Los pensamientos generan
las emociones. Por ejemplo, si usted se pasa un rato pensando en un ser querido
que ya murió, se generará un sentimiento de tristeza. Si persiste en la
tristeza, se volverá depresivo. Un pensamiento negativo como este y como la
envidia, los celos, la soberbia, etc.,
hacen que el cerebro active una hormona que se llama cortisol, que nos
hace sentirnos estresados e infelices.
4.
Un pensamiento positivo,
como es el amor, hacer bien al prójimo, compartir, confiar en Dios, hace que el
cerebro libere serotonina, la cual nos hace sentirnos relajados, satisfechos,
felices. Por eso dijo el proverbista, que:” el corazón alegre es buen remedio; pero
el espíritu triste abate los huesos” (Prov.17:22) . También dice que: “Todos los días del afligido son difíciles;
mas el de corazón contento tiene un banquete continuo”. De modo que en
usted está el poder para elegir los materiales con los que desea construir su
casa.
5.
Lo que pensamos también
genera palabras:” Porque
de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos,
los adulterios, la
codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el
orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen
impuro al hombre.” (Marcos 7:21-23).
Por eso, debemos pensar cosas buenas, porque entonces hablaremos cosas buenas y
nuestras palabra se convertirán en hechos.(Marcos 11:22-24 dice: “ Jesus
les dijo:-Tened fe en Dios, pues les aseguro que si alguien le dice a
este cerro: ¡Quítate de ahí y arrójate al mar!, y no lo hace con dudas,
sino creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá lo que
dice. Por eso les digo que todo lo que ustedes pidan en oración, crean que
ya lo han conseguido, y lo recibirán”. Es como hacer un plano de una casa, donde se
toma en cuenta la parte estructural, la plomería, la electricidad, etc., y todo
funciona perfecto. Jesús nos enseña que debemos alinear lo que pensamos, lo que
sentimos, lo que hablamos y lo que creemos. Si creemos una cosa y hablamos
otra, entonces nuestra casa espiritual tendrá grietas y fallas, porque: “Conforme a vuestra fe os sea hecho” (Mateo
9:27,28). Estos ciegos tuvieron fe en Cristo, hicieron profesión de acuerdo a
su fe y recibieron lo que pidieron. FUERON LOS ARQUITECTOS DE SU CASA.
6.
Los judíos convirtieron un viaje de 11 días en
40 años (Deut. 1:2), y más que todo se debió a su mentalidad de langostas
(Números 13:32,33). Cada vez que hablaban era para mencionar las cosas malas
(Números 11:1-7; 141-4), Se rendían antes de luchar, eran murmuradores,
ingratos, negativos, exagerados y violentos. Construyeron una casa llena de
carcoma, ratones y miseria, en la cual, tuvieron que vivir 40 largos años.
Usted y yo también construimos nuestra casa con lo que a diario confesamos.
¿Qué clase de casa desea usted habitar?
7.
Nuestros pensamientos generan
acciones (Marcos 7:21-23). Proverbios 23:7 dice: “Como es el pensamiento dentro del hombre, así es él”. De modo que
nuestra vida es el resultado de lo que pensamos, Pues los pensamientos son los
que generan nuestras emociones, nuestras palabras y nuestras acciones, y ellas
conforman nuestro carácter y nuestra vida. “Cuando
tus pensamientos…”
8.
Está contento con su vida
física, espiritual, emocional, económica, familiar, etc. Si no lo está su casa
podría necesitar algunas reparaciones, o quizá sea necesario derrumbarla y
hacerla de nuevo (Salmos 51:10; 2Corintios 5:17). Ezequiel 36:26 promete el
Señor que nos dará un corazón y un espíritu nuevo, después de sacar el viejo
que tenemos. Creo que todos lo necesitamos.
9.
Recuerde que no es el mundo
fuera de usted el que dictamina las condiciones de vida en que se encuentra, es
el mundo que usted ha construido en su interior, el que explica cómo se siente
y donde se encuentra ahora mismo en términos físicos, económicos, emocionales,
etc.
10.
Los importante no es lo que le
sucede a su alrededor, lo verdaderamente importante es como usted procesa esa
información internamente lo que lo convierte en una persona feliz o infeliz.
Esto lo pone a cargo de su propia vida, porque usted y no otro es el arquitecto
de su propia casa (Véase como ejemplo Job 1 y Número 13:33-14:8).
11.
Culpar a otros (Los padres, el
gobierno, la pareja, los hijos o incluso a Dios) de la manera en que hemos
construido nuestra vida es un grave error. Esto no permitirá que tomemos el
control de la situación y le otorgamos un poder a los otros y a las
circunstancias que no tienen. Nos convertimos en victimas y en marionetas
programadas, cuando en realidad somos nosotros los programadores y estamos a
cargo. Si aceptamos nuestra responsabilidad habremos hecho un diagnostico
correcto de la situación y estaremos en condición de aplicar un tratamiento
consciente a la situación.
12.
Hay dos lugares de
donde podemos extraer materiales para hacer “Nuestra casa”, un lugar es el
mundo y otro la palabra de Dios. La Biblia nos ordena elegir siempre los
mejores materiales para que nuestra casa sea a prueba de todo. Filipenses 4:8: “Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo
lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo
agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de
virtudes, en todo lo que merece alabanza.”
13.
Del mundo podemos obtener
materiales que parezcan de primera, pero no son más filosofías huecas,
sutilezas y vanas manera de vivir (Colosenses 2:18-23; 1 Pedro 1:18).
14.
¿Qué puedo hacer con mi
pasado?. Tu vida en el presente es muy probable que sea un reflejo de tu
pasado. El lugar donde te criaste, los padres que tuviste, la sociedad en que
te desenvolviste, lo que otros opinaban sobre las cosas y especialmente sobre
ti. Todo eso se arraigó en tu mente y programó en ti los comportamientos que
han dominado tu vida.
15.
Ahora debes entregar tu mente a
Cristo para el cambie tu vida (2Corintios 10:4,5). Puedes cambiar tu vida,
cambiando tu manera de Pensar (Romanos 12:1-2). No será fácil, porque lucharás
contra hábitos que por años se ha arraigado en tu vida, pero si confías en el
Señor, él, y solo él, te dará poco a poco la victoria (Deuteromio 7:22)
16.
Si aceptas al Señor hoy, recibirás
la mente de Cristo (1Cor. 2:16). Mente que te guiará a pensamientos positivos y
espirituales (Fil.4:8; Romanos 8:5,6). Con ellos construirás una nueva casa,
una nueva vida, llena de gozo, de victoria y abundante en el Señor (Juan 10:10).
17.
El Señor dijo en Mateo
7:24-27: ” Por tanto, el que me oye y hace lo que yo
digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los
ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base
sobre la roca. Pero
el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa
sobre la arena. Vino
la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo.
¡Fue un gran desastre!”
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