Vamos a quemar nuestras naves

Hay dos generales del pasado que nos dan una gran lección:

Alejandro Magno

En el año 335 a.C. al llegar a las costas de Fenicia con firme propósito de conquistarla se encontró con un ejército enemigo tres veces mayor que el suyo. Ante el temor de su gente, este ordenó que fueran quemadas sus naves y les dijo: “observen cómo se queman los barcos; ésa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares, y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos. Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que sólo hay un camino de vuelta y es por mar. ¡Caballeros, cuando regresemos a casa, lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos!” El ejército de Alejandro Magno venció a los fenicios y con su flota regresó al hogar.

Hernán Cortes,
Conquistador de México, vivió de 1485 a 1547, se cuenta de este que para evitar que sus solados volvieran atrás decidió incendiar o hundir las naves en las que habían llegado a la costa mexicana, acción que sirvió de motivación a sus soldados que se vieron obligados a avanzar en la batalla la cual concluyeron exitosamente en dos años (1519-1521)

Cuando vamos a la Biblia vemos al pueblo Judío, al cual Dios liberta por medio de Moisés de un yugo de esclavitud de 400 años en la tierra de Egipto, desde donde salen con rumbo a la tierra prometida, pero un gran desierto los separaba de su meta y durante 40 años estuvieron vagando en las candentes arenas del desierto donde fueron probados duramente por Dios.
Siempre que el pueblo tenia dificultades en el camino su actitud y su clamor era el mismo: ¡volvámonos a Egipto! ¿por qué nos ha sacado de Egipto? En Egipto teníamos agua, comida, carne y ahora Moisés nos ha traído para que muramos en el desierto Éxodo 14:11; 16:3; 17:3… etc.

Como podemos ver la actitud del ser humanos es la misma a través del tiempo… ante las dificultades queremos volver atrás.

En los tiempos de Cristo encontramos a un grupo de personas que le seguía por razones equivocadas (panes y peces) a las cuales El Salvador les pronuncia palabras “duras” a tal puntos que muchos decidieron volver atrás y no andar mas con él, y es cuando Jesús se dirige a sus Apóstoles y les pregunta: ¿Quieren acaso irse también ustedes?
La repuesta de Pedro debe se escrita en nuestros corazones con letras indelebles para cuando la duda nos visite y sintamos la tentación de volver atrás ¿A QUIEN IREMOS? TU TIENES PALABRAS DE VIDA (Juan 6:60-69)

La respuesta de Pedro es de alguien que entiende que no tiene opción de retorno, por que al mirar atrás solo ve muerte, miseria y esclavitud, que es lo que ofrece el mudo.
La repuesta de Pedro es la de alguien que ha quemado su nave de retorno al mundo y que entiende que su única posibilidad es permanecer en el camino de la vida hasta obtener la victoria en Cristo Jesús… Hermanos quememos nuestra naves de retorno al mundo y sigamos a Cristo!!