I- PERO EL QUE HABLA EN LENGUAS NO HABLA A LOS HOMBRES, SINO A DIOS, PORQUE NADIE LO ENTIENDE (1CORINTIOS 14:2).
1- El uso fuera de contexto de este texto, ha llevado a algunos a pensar que las lenguas se trata de un don que ningún ser humano podía entender. Pero ya vimos en Hechos 2:1-8 que no es así. Entonces ¿Qué significa este verso?
2- Hay que empezar por comprender que el contexto del capítulo catorce son los capítulos 12 y 13., Es decir, que estos tres capítulos forman un conjunto que habla de los dones, de su uso correcto, y de la superioridad del amor con respecto a los dones sobrenaturales. Veamos algunos versos.
3- “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.” (1Corintios 14:1-5).
4- Los Corintios hablaban el griego. Cuando alguien les profetizaba, lo hacia en el idioma griego. Por eso, el don de profecías es superior al de hablar en lenguas, pues el que habla en lenguas, lo hace en un idioma desconocido para los Corintios, por lo cual, ellos no se edificaban, y el verso 26 da la orden de que todo debe hacerse para edificación.
5- De manera que hablar en lenguas (En la congregación) sin interpretarlas, equivalía a hablar; no a los hombres, sino a Dios, pues Dios si entiende todos los idiomas. La persona que hablaba en lenguas lo hacia para su devoción personal, pero no para edificar a la audiencia.
6- Los versículos 6-11 muestran claramente que las lenguas a la cuales hace referencia Pablo eran idiomas, y que al ser hablados, debían dar un sonido comprensible, que el oyente pudiera discernir. Los versos 12 y 13 insisten en que los dones debían ser usados para beneficiar a otros y no para beneficio personal (1Pedro 4:10).
II- LA IMPOSICIÓN DE MANOS APOSTOLICAS.
1- Como aprendimos a ver Marcos 16:17-20, los dones sobrenaturales fueron prometidos solo a los apóstoles. Sin embargo, muchos cristianos del primer siglo llegaron a tenerlos. ¿Cómo los conseguían?
2- La imposición de las manos de los apóstoles era la única forma de conseguir un don sobrenatural. Veamos algunos textos.
3- Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. (Hechos 8:14-20).
4- Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban (Hechos 19:4-7).
5- Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados (Romanos 1:11).
6- Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. (2Timoteo 1:6)
III- LA PALABRA YA FUE CONFIRMADA. (Hebreos 2:1-4).
1- Los dones sobrenaturales fueron dados para confirmar la palabra (Marcos 16:20).
2- Hebreos 2:1-4 nos dice que la palabra ya fue confirmada. “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.”
3- Como puede ver en estos versos, las señales y prodigios que hicieron los apóstoles (Los que oyeron), sirvieron PARA CONFIRMAR LA PALABRA. De manera QUE YA LA PALABRA HA SIDO CONFIRMADA.
4- Insistir en que los dones sobrenaturales están en vigor hoy día, es decir que la palabra no ha sido confirmada aún.
5- “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (1Corintios 13:8-13).
6- Este texto dice que cuando la iglesia estaba en su etapa de infancia, necesitaba de los dones sobrenaturales (Ver Efesios 4:11-16), ya que el nuevo testamento estaba en proceso de ser completado. Pero cuando se completó de escribir el nuevo testamento (Cuando vino lo perfecto), entonces, lo que era en parte; es decir, Las lenguas, las profecías, las ciencias, etc, dejarían de ser. Estas eran las herramientas usadas por Dios para darle a conocer a su pueblo su voluntad (En parte), pero ahora tenemos todo el consejo de Dios escrito en el nuevo testamento (2Timoteo 3:16,17; Hechos 20:27).
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