EL PROPOSITO DE DIOS ES QUE SEAMOS SEMEJANTES A CRISTO

Este es el resumen del segundo de 3 temas tratados en el retiro sobre el propósito de Dios para nuestras vidas, en el centro JV Silva en el soco, San Pedro de Macorís.

Introducción.

Cuando un año inicia, somos dados a hacer planes y proyectos, y le pedimos a Dios que nos ayude a cumplirlos. Por lo general, no entendemos, que la vida no consisten en hacer nuestros propios planes y pedir a Dios que nos ayude a realizarlos. Consisten en colaborar con Dios en los planes que Él tiene para nosotros.
Jesucristo nos muestra de manera exacta, lo que es Padre espera de nosotros como hijos. Él es el perfecto ejemplo a seguir. Tal como Cristo se conducía, el Padre quiere que nosotros lo hagamos (Mateo 3:16,17).

I- La agenda de Cristo se escribía en el cielo.

El Señor nació cuando el reloj divino marcó la hora. Gálatas 4:4 dice: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, " .Ni un dia antes ni un día después; sino en el tiempo justo de Dios vino Cristo a la tierra.

También el texto nos enseña que nació en las circunstancias adecuadas (Nacido de mujer...sin la intervención de varón). Y en el contexto histórico adecuado (Nacido bajo la ley=.

La agenda de Cristo se escribía en el cielo. Cuando el vino se terminó en la bodas de Caná de Galilea, su madre le informó en incidente, con la intención de que él usara su poder para resolver el problema. Jesús le dijo: "¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.". Entiendase que el Señor no permitía ni a su madre que le trazara que hacer y cuando hacerlo, porque esto lo decidía su padre celestial.

Su hermanos también lo criticaron por no ir a la fiesta de la pascua a hacer exhibición publica de sus poderes. " Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto."

Nadie podía apresurar a Jesús ni hacerlo llegar tarde, pues él actuaba consiente de que hasta los más pequeños detalles forman parte de un plan de su Padre, como cuando se quedó dos días ante de ir a ver a Lázaro que había muerto (Juan 11).

Jesús dijo: "Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar" (Juan 9:4). Es decir, que él sabía a que había venido (Hacer las obras del que me envió) y que tenía un tiempo limitado (Entre tanto que el día dura). Por eso, andaba sin pausa, pero sin prisa.

Aun cuando a la hora de su muerte, al llegar el cumplimiento del tiempo afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Lucas 9:56).

II- La misión de Cristo le fue dada en el cielo.

Él vino para hacer las obras del que le envió. Lucas 4:18,19 detalla lo siguiente: "El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor."

Estando en la casa de Zaqueo él dijo: " Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. " (Lucas 19:9,10).

Es así porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Juan 3:17). Por eso Jesús le dijo a sus discípulos: porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas." .

Su comida era hacer la voluntad del que le envío y acabar su obra (Juan 4:31).

III- Nosotros somos predestinados por Dios para ser como Cristo.

"Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros" (Gálatas 4:19)

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos" (Romanos 8:28,29).

Este texto hace evidente que el plan de Dios para nuestras vidas incluye que seamos conformados (Que tomemos la misma forma) a la imagen de su hijo.

Debemos tener la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Padecer como él lo hizo; con buena actitud, sin proferir maldición ni amenazas . "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente".

Romanos 8:28 nos enseña que Dios usa todas las circunstancias de nuestra vida (Las buenas y las malas) para nuestro bien, es decir, para hacernos como Cristo.

Por eso, deje que la palabra de Cristo abunde en usted (Colosenses 3:16; Juan 15:7). Escudriñarla y meditarla todos los días (Juan 5:39; Lucas 9:23).

Un día espero levantarme y decir junto con Pablo: " Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."

Mientras tanto me identifico con este texto: " a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios... "