Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
No seáis, pues, partícipes con ellos.
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
comprobando lo que es agradable al Señor.
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 5:1-20)
Este interesante capitulo 5 de Efesios nos dice que Dios espera que nosotros andemos de 3 maneras:
1- En Amor
2- Como hijos de luz.
3- Como sabios.
I- ANDAR EN AMOR V.2
Para andar en amor tenemos que estar dispuestos a dar y sacrificarnos por los demás…”Como también Cristo nos amó y se entrego a sí mismo por nosotros”V-2…Porque de tal manera amó Dios al mundo que HA DADO…(Juan 3:16). El que ama da y se sacrifica. Pero no todo el que da y se sacrifica lo hace por amor. “Si tengo el don de profecía y entiendo todos los *misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas,] pero no tengo amor, nada gano con eso.” (1Corintios 13:2,3)
1 Corintios 13:4-8 También nos enseña que el verdadero amor según Dios es muy diferente al concepto del mundo. “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor jamás se extingue.”.
Tenemos un gran reto como cristianos. Jesucristo dijo que en esto conocerán todos que son mis discípulos, si tienen amor los unos para con los otros (Juan 13:34,35).
II- ANDAR COMO HIJOS DE LUZ.v.8
Nuestro Padre es Dios y él es luz y no hay ningunas tinieblas en él (1Juan 1:5).
Como hijos de Luz debemos imitar la santidad de nuestro padre, sin la cual nadie le verá (1Pedro 1:15,16; Hebreos 12:14). Es por eso que debemos cuidar lo que hablamos: “Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.” (Efesios 5:3,4). “porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto.” V12.
Debemos cuidar también nuestro comportamiento: “Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la desobediencia. Así que no se hagan cómplices de ellos.” V 5-7
También es necesario comprobar con la palabra que todo lo que hacemos agrada a Dios V.10 (Colosenses 1:9-11). Y combatir activamente contra el pecado: “No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas” V11
III- ANDAR, NO COMO NECIOS, SINO COMO SABIOS v.15
El necio malgasta el tiempo; por tanto, su vida. Vive ebrio, dedicado a vicios y una vida sin propósito y sin alabar a Dios.
El sabio aprovecha bien el tiempo porque sabe que los días son cortos y malos. “¡el corazón me ardía en el pecho! Al meditar en esto, el fuego se inflamó y tuve que decir:
«Hazme saber, Señor, el límite de mis días,
y el tiempo que me queda por vivir;
hazme saber lo efímero que soy.
Muy breve es la vida que me has dado;
ante ti, mis años no son nada.
Un soplo nada más es el mortal (Salmos 39:3-5).
El tiempo en un bien no renovable. Una vez que se usa no se vuelve a recuperar. Por eso el cristiano cuida bien lo que hace con su tiempo. Algunas cosas que puede hacer para emplearlo bien es:
1- Tener una agenda con un orden de prioridades.
2- Leer su Biblia mientras hace una fila o espera en un lugar.
3- Predicar a otros mientras va en un transporte público o privado.
4- Orar. En la tranquilidad de su habitación, pero también mientras cocina o trabaja en la calle.
5- Visitar un hermano que lo necesite.
6- Hacer sus tareas de la escuela.
7- Dedicarle tiempo a sus padres, esposa o hijos.
8- Ver un programa educativo de televisión.
9- Podar su jardín o lavar su vehículo.
10- Arreglar su closet.
11- Jugar con un niño.
12- Hacer ejercicios.
13- Llamar a un ser querido que lo necesita.
14- Cantar alabanzas.
15- Tener una conversación edificante.
16- Practicar algún deporte sano.
17- Ser voluntario de alguna causa que valga la pena.
18- Muchas cosas más.
El sabio no se embriaga con Vino, sino que se llena del Espíritu (v.18). Para llenarse del Espíritu practica la alabanza y el agradecimiento (V.19,20).
El sabio reconoce que a los que aman a Dios todas las cosas colaboran para su bien (Romanos 8:28). Por eso vive una vida de alabanza y agradecimiento a Dios, aun cuando esté en prueba y no entienda lo que está pasando, pues él sabe que Dios usará todo aquello para su bien espiritual.
Cuidemos con diligencia como andemos para que agrademos al Señor e imitemos a nuestro Salvador Jesucristo.
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