Hace unos 25 años, un tren sufrió un grave accidente, provocando la muerte de 145 personas en Estados Unidos. Cuando se investigó la razón se dieron cuenta que se trató de unos pasadores (pernos) hechos de acero, que unen los diversos vagones, los cuales se había salido de su lugar porque no estaban suficientemente bien apretados.
¿Quien diría que por unos pasadores que han de costar menos de 20 dólares cada uno iban a morir tantas personas?.
A veces, aprendemos de forma trágica, que las cosas pequeñas son las que sostienen las grandes. Y esta verdad es cierta no solo el el mundo de lo material, sino mucha veces en lo familiar, lo laboral, lo espiritual y en muchos otros aspectos.
Por ejemplo, Los matrimonios no suelen caerse por chocar con grandes obstáculos en su camino, sino como pequeñas piedrecillas, que a veces pasan inadvertidas. Hablando sobre esto dice el libro de cantar de los cantares 2:10-15: " Mi amado habló, y me dijo:Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido,Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto. Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.".
Todo marcha bien para el rey y la Sulamita, El invierno se fue, llegó la primavera, las flores se abren, las vides dan su olor, la tórtola vuela y canta para ellos. Todo parece perfecto, pero el amada advierte de la necesidad de que sean cazadas las pequeñas zorras, porque echan a perder las viñas. En otras palabras, hay pequeñeces que pueden afectar la relación de una pareja aunque la economía esté buena, hayan lindo hijos, buena salud, etc. Pequeñas cosas como la falta de cortesía, el poco interés en los asuntos y el bienestar del otro, los celos sin motivo, el regaño constante, El oír sin escuchar, la ausencia de elogios o piropos sinceros, la falta de una flor, etc., pueden convertirse en pequeñas zorras que dañan nuestra viña. Quizá el matrimonio está protegido de grandes depredadores (La infidelidad, la violencia familiar), pero el cerco no es tan seguro para impedir el paso de pequeñas zorras que atacan las raíces de las vides, lo cual le provoca que se corte el suministro de agua, minerales y nutrientes que le manda la tierra. La planta comienza poniéndose amarillenta, sus hojas se secan y finalmente muere. Es un proceso, pero siempre conduce a la muerte si no se hace algo pronto.
En lo espiritual esta ley es también muy cierta. Dios le da mucha importancia a las cosas pequeñas. basta con revisar unos pocos texto. Comencemos con Mateo 5:17-19: " No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." Para Dios no hay mandamiento grandes o pequeños. Cualquier desobediencia es vista como una falta de amor y lealtad al dador de la ley.
Lucas 21:1-4: " Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.". El Señor valora no lo que damos, sino el sacrificio que nos cuesta. Aunque esta viuda echo poco materialmente, Jesús estimó más su ofrenda que la de los ricos.
Marcos 4:30-31: "Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra."
Un poco de levadura leuda toda la masa (1Corintios 5:6). No se debe subestimar la importancia de una "Pequeña debilidad". A veces, es todo lo que el enemigo necesita para hacernos caer. Esaú hecho a perder su primogenitura por una sola comida, y una raíz de amargura en el corazón de una sola persona es capaz de envenerar y estorbar a muchos (Hebreos 12:15-17).
Así que, cazemos desde hoy mismo las pequeñas zorras que pueden echar a perder nuestra viña (Nuestra relación con Dios o con los demás). Con la Biblia en la mano, el corazón humillado, las rodillas en la tierra, la vista en Cristo, comencemos a trabajar esas cosas pequeñas que nos estorban. Pueden ser la falta de devoción, la pereza, pecados ocultos, cosas no rendidas a Cristo, acomodarnos al mundo, sueño espiritual, vicios. Lo que sea. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
¿Quien diría que por unos pasadores que han de costar menos de 20 dólares cada uno iban a morir tantas personas?.
A veces, aprendemos de forma trágica, que las cosas pequeñas son las que sostienen las grandes. Y esta verdad es cierta no solo el el mundo de lo material, sino mucha veces en lo familiar, lo laboral, lo espiritual y en muchos otros aspectos.
Por ejemplo, Los matrimonios no suelen caerse por chocar con grandes obstáculos en su camino, sino como pequeñas piedrecillas, que a veces pasan inadvertidas. Hablando sobre esto dice el libro de cantar de los cantares 2:10-15: " Mi amado habló, y me dijo:Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido,Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto. Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.".
Todo marcha bien para el rey y la Sulamita, El invierno se fue, llegó la primavera, las flores se abren, las vides dan su olor, la tórtola vuela y canta para ellos. Todo parece perfecto, pero el amada advierte de la necesidad de que sean cazadas las pequeñas zorras, porque echan a perder las viñas. En otras palabras, hay pequeñeces que pueden afectar la relación de una pareja aunque la economía esté buena, hayan lindo hijos, buena salud, etc. Pequeñas cosas como la falta de cortesía, el poco interés en los asuntos y el bienestar del otro, los celos sin motivo, el regaño constante, El oír sin escuchar, la ausencia de elogios o piropos sinceros, la falta de una flor, etc., pueden convertirse en pequeñas zorras que dañan nuestra viña. Quizá el matrimonio está protegido de grandes depredadores (La infidelidad, la violencia familiar), pero el cerco no es tan seguro para impedir el paso de pequeñas zorras que atacan las raíces de las vides, lo cual le provoca que se corte el suministro de agua, minerales y nutrientes que le manda la tierra. La planta comienza poniéndose amarillenta, sus hojas se secan y finalmente muere. Es un proceso, pero siempre conduce a la muerte si no se hace algo pronto.
En lo espiritual esta ley es también muy cierta. Dios le da mucha importancia a las cosas pequeñas. basta con revisar unos pocos texto. Comencemos con Mateo 5:17-19: " No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." Para Dios no hay mandamiento grandes o pequeños. Cualquier desobediencia es vista como una falta de amor y lealtad al dador de la ley.
Lucas 21:1-4: " Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.". El Señor valora no lo que damos, sino el sacrificio que nos cuesta. Aunque esta viuda echo poco materialmente, Jesús estimó más su ofrenda que la de los ricos.
Marcos 4:30-31: "Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra."
Un poco de levadura leuda toda la masa (1Corintios 5:6). No se debe subestimar la importancia de una "Pequeña debilidad". A veces, es todo lo que el enemigo necesita para hacernos caer. Esaú hecho a perder su primogenitura por una sola comida, y una raíz de amargura en el corazón de una sola persona es capaz de envenerar y estorbar a muchos (Hebreos 12:15-17).
Así que, cazemos desde hoy mismo las pequeñas zorras que pueden echar a perder nuestra viña (Nuestra relación con Dios o con los demás). Con la Biblia en la mano, el corazón humillado, las rodillas en la tierra, la vista en Cristo, comencemos a trabajar esas cosas pequeñas que nos estorban. Pueden ser la falta de devoción, la pereza, pecados ocultos, cosas no rendidas a Cristo, acomodarnos al mundo, sueño espiritual, vicios. Lo que sea. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
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