No hay mayor privilegio para un ser humano mortal, débil e imperfecto que ser usado por un Dios eterno, omnipotente y perfecto.
La Biblia enseña que hay ciertas cosas que debemos hacer para que Dios nos use y seamos instrumentos útiles en sus manos.
"Pero en una casa grande, nbo solamente hay utensilios de oro y plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será INSTRUMENTO PARA HONRA, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor" (2Timoteo 2:20-22).
1. Santifiquese. Si en verdad quieres que Dios te use, tienes que santificarte. Él no trabajará con un instrumento contaminado, así que debes renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y consagrarte para el servicio del Señor (Tito 2:11,12). "Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, poque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros" (Josué 3:5).
2. Cultive cada día el don que Dios le dio. Somos como diamantes en bruto que necesitamos ser pulidos. La oración, el estudio de la Biblia, el congregarnos y el hacer actividades espirituales como visitar enfermos y predicar el evangelio, serán basicas para nuestro desarrollo. "No descuides el don que hay en tí, que te fue dado mendiante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
Ocúpate en estas cosas; Permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos" (1Timoteo 4:14,15).
3. Hágalo todo para la gloria de Dios (1Corintios 10:31). He visto muchos siervos de Dios que no lograron desarrollar todo su potencial, porque perdieron de vista que no servimos a los hombre, sino a Dios. "Pues, ¿busco ahora el favor de los hombre o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombre? Pues si todavía agradará a los hombre, NO SERIA SIERVO DE CRISTO" (Galatas 1:10). De modo que no le importe si habrá muchas personas para verlo y para aplaudirlo. Tampoco le interese si no forma parte de la mayoría. Preguntese si lo que hace lo hace para agradar a Dios y lo hace de acuerdo a su palabra (1Pedro 4:11).
4. Ordene su casa. Comiense con definir bien su estado civil. Un cristiano debe ser: Soltero o Casado. Nada de relaciones ilegales, con pasados oscuros o cosas parecidas. No acepte relaciones que le sean una carga a su vida espiritual. "...Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carreta que tenemos por delante" (Hebreos 12:1).Si tiene su casa, procure que se viva allí el evangelio. Ore con su familia, comparta la palabra con ellos, congregense juntos, etc.
5. No acepte la mediocridad como parte de su vida. Los de la tribú de Judá, a los cuales se les dio su porción de tierra, arrojaron a los enemigos de las montañas, más no pudieron arrojar a los que habitaban en los llanos, y ellos habitaron con ellos, sirviendoles de dolor de cabeza (Jueces 1:19). Usted siga luchando con lo que está mal en su vida, no se de por vencido.
6. Mantenga los ojos puestos en Cristo (Hebreos 12:2). Nunca se desenfoque. Si por algun tiempo pierde el norte, vuelva a mirar a Cristo. Si el verdad quiere con todo su corazón que Dios lo use, debe mantener sus ojos puestos en Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario