INTRODUCCIÓN.
La oración es el medio que nuestro Padre pone a nuestro alcance para que nos comuniquemos con él. Bien utilizada es una fuente inagotable de poder (Santiago 5:16).
Por lo general cuando hablamos de oración nos referimos a diferentes modalidades que pueden incluir una simple petición; un ruego; una súplica; y también acciones de gracias a Dios (1Timoteo 2:1).
I- EL DESEO DE DIOS ES QUE LE PIDAMOS
1. Un ruego es una demanda que hacemos. Una suplica es ese ruego, pero de manera vehemente e insistente. Una acción de gracias simplemente significa hacer o decir algo que demuestre que estamos agradecidos de Dios. Sea de una o de otra manera, Dios quiere que sus hijos se comuniquen con él.
2. ¿Quién se atrevería a decir que no necesita la ayuda de Dios para vencer en la vida?. Jesucristo nos dice que esa ayuda está disponible para todos. “Pidan y se les dará, busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá” (Mateo 7:7). ¿Por qué, pues, privarnos de cosas maravillosas que Dios desea darnos?.
3. Es realmente sorprendente saber que la razón principal por la que muchos cristianos
No alcanzan lo que desean en esta vida es porque no se lo piden a su Padre. Santiago nos dice: “Codician y no tienen, por eso comenten homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen lo que desean, porque no piden” (Santiago 4:2).
4. Llenemos nuestros corazones de confianza con las palabras de Cristo que nos invitan a pedir, buscar y llamar. “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿O qué hombre hay de ustedes que si su hijo le pide pan, le dará una piedra,
O si le pide pescado, le dará una serpiente?
Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?. (Mateo 7:8-11)
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?. (Romanos 8:32).
II-COSAS POR LAS QUE DEBEMOS ORAR.
1- El pecado impide que nuestras oraciones sean escuchadas por Dios (Isaías 59:1,2; 1Pedro 3:7). Por eso en nuestras oraciones debemos hacer memoria de ellos y dirigir petición de perdón, acompañada de arrepentimiento (Mateo 6:12; 1Juan 1:5-9).
2- Una vez que el camino hacia Dios está abierto, entonces podemos pedir por cosas que para nosotros tienen mucha importancia, como lo es el pan (Mateo 6:11).
3- Por sabiduría para entender el por qué de las pruebas que vienen a nuestra vida (Santiago 1:1-6).
4- Para poder vencer las tentaciones (Mateo 6:13; 26:41; 1Corintios 10:13).
5- Jesucristo pidió para que el reino de Dios viniera (Mateo 6:10). Ya ese reino vino, y nosotros los cristianos estamos en él (Colosenses 1:13; 1Tesalonisenses 1:12). Ahora nos corresponde pedir por el crecimiento de ése reino.
III-ALGUNAS PERSONAS POR QUIENES DEBEMOS ORAR.
1- Por nosotros mismos (Mateo 26:39). Nadie necesita más nuestra petición que nosotros mismos.
2- Por nuestros hermanos en la fe (Santiago 5:16; Colosenses 1:3).
3- Por nuestros amigos (Job 42:8-10).
4- Por nuestra familia terrenal (Génesis 32:11).
5- Por nuestros compatriotas (Romanos 10:1; 11:1).
6- Por los que se ocupan de predicar el evangelio, para que Dios les abra puertas para la palabra (Efesios 6:19; Colosenses 4:3).
7- Por las autoridades que nos gobiernas (Presidente, Congresistas, Síndicos, Militares, etc.). Para que Dios nos conceda vivir quieta y reposadamente (1Timoteo 2:2).
8- Por todos los hombres, de todas las razas, colores, idiomas y condiciones sociales y económicas, pues todos son criaturas de Dios (1Timoteo 2:1).
9- Cuando hablamos de todos los hombres, se incluye también a nuestros enemigos (Si lo tenemos), que es donde se demuestra nuestro espíritu cristiano con más claridad (Mateo 5:43,44; Lucas 23:34).
La oración es el medio que nuestro Padre pone a nuestro alcance para que nos comuniquemos con él. Bien utilizada es una fuente inagotable de poder (Santiago 5:16).
Por lo general cuando hablamos de oración nos referimos a diferentes modalidades que pueden incluir una simple petición; un ruego; una súplica; y también acciones de gracias a Dios (1Timoteo 2:1).
I- EL DESEO DE DIOS ES QUE LE PIDAMOS
1. Un ruego es una demanda que hacemos. Una suplica es ese ruego, pero de manera vehemente e insistente. Una acción de gracias simplemente significa hacer o decir algo que demuestre que estamos agradecidos de Dios. Sea de una o de otra manera, Dios quiere que sus hijos se comuniquen con él.
2. ¿Quién se atrevería a decir que no necesita la ayuda de Dios para vencer en la vida?. Jesucristo nos dice que esa ayuda está disponible para todos. “Pidan y se les dará, busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá” (Mateo 7:7). ¿Por qué, pues, privarnos de cosas maravillosas que Dios desea darnos?.
3. Es realmente sorprendente saber que la razón principal por la que muchos cristianos
No alcanzan lo que desean en esta vida es porque no se lo piden a su Padre. Santiago nos dice: “Codician y no tienen, por eso comenten homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen lo que desean, porque no piden” (Santiago 4:2).
4. Llenemos nuestros corazones de confianza con las palabras de Cristo que nos invitan a pedir, buscar y llamar. “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿O qué hombre hay de ustedes que si su hijo le pide pan, le dará una piedra,
O si le pide pescado, le dará una serpiente?
Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?. (Mateo 7:8-11)
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?. (Romanos 8:32).
II-COSAS POR LAS QUE DEBEMOS ORAR.
1- El pecado impide que nuestras oraciones sean escuchadas por Dios (Isaías 59:1,2; 1Pedro 3:7). Por eso en nuestras oraciones debemos hacer memoria de ellos y dirigir petición de perdón, acompañada de arrepentimiento (Mateo 6:12; 1Juan 1:5-9).
2- Una vez que el camino hacia Dios está abierto, entonces podemos pedir por cosas que para nosotros tienen mucha importancia, como lo es el pan (Mateo 6:11).
3- Por sabiduría para entender el por qué de las pruebas que vienen a nuestra vida (Santiago 1:1-6).
4- Para poder vencer las tentaciones (Mateo 6:13; 26:41; 1Corintios 10:13).
5- Jesucristo pidió para que el reino de Dios viniera (Mateo 6:10). Ya ese reino vino, y nosotros los cristianos estamos en él (Colosenses 1:13; 1Tesalonisenses 1:12). Ahora nos corresponde pedir por el crecimiento de ése reino.
III-ALGUNAS PERSONAS POR QUIENES DEBEMOS ORAR.
1- Por nosotros mismos (Mateo 26:39). Nadie necesita más nuestra petición que nosotros mismos.
2- Por nuestros hermanos en la fe (Santiago 5:16; Colosenses 1:3).
3- Por nuestros amigos (Job 42:8-10).
4- Por nuestra familia terrenal (Génesis 32:11).
5- Por nuestros compatriotas (Romanos 10:1; 11:1).
6- Por los que se ocupan de predicar el evangelio, para que Dios les abra puertas para la palabra (Efesios 6:19; Colosenses 4:3).
7- Por las autoridades que nos gobiernas (Presidente, Congresistas, Síndicos, Militares, etc.). Para que Dios nos conceda vivir quieta y reposadamente (1Timoteo 2:2).
8- Por todos los hombres, de todas las razas, colores, idiomas y condiciones sociales y económicas, pues todos son criaturas de Dios (1Timoteo 2:1).
9- Cuando hablamos de todos los hombres, se incluye también a nuestros enemigos (Si lo tenemos), que es donde se demuestra nuestro espíritu cristiano con más claridad (Mateo 5:43,44; Lucas 23:34).
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