Ahora con lo sucedido a nuestros vecinos hemos visto un gran espíritu de solidaridad y de cooperación que a sacado a la luz lo mejor del dominicano como pueblo y me ha hecho recordar que el mal no es más abundante que el bien, sino que suena más. Porque una bomba hace más ruido que un beso o un abrazo.
No todo el país es narcotraficante. Son solo unos pocos que nos inquietan a todos. En sentido general este es un pueblo de buenos sentimientos que ha sabido mostrar solidaridad y que esperamos esto ayude a cambiar la imagen que algunos han querido vender de este pueblo como uno que abusa de su vecino. Y no digo que algunos no lo hagan, pero la mayoría no lo hace.
Sigamos siendo solidarios con los Haitianos que "por cuanto lo hiciste a unos de estos pequeñitos a mí lo hiciste" (Mateo 25:31-38).
Ahora lean lo que nos mandó el hermano Chico (Eddy Ramirez)
Primero se llevaron a los negros. Pero no me importó. Porque yo no era negro
Un día vinieron y se llevaron a mi vecino que era judío, pero no me importó porque yo no era Judío,
luego se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era;
enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era,
después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó;
ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde.
--Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán (1898-1956)
Seamos solidarios con nuestros semejantes, la vida es cíclica, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo; así, tal como dice la sabiduría popular: “hoy por ti y mañana por mí”.
Pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los social demócratas, guardé silencio, porque yo no era social demócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Haití bien vale más que una misa.
Seamos solidarios con nuestro prójimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario