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lunes, 18 de enero de 2010

SOLIDARIDAD CON HAITÍ.

En los días previos al fatídico Martes 12 de Enero, en nuestro país solo se hablada de Zobeida, Figueroa Agosto, La hija de Milton Pelaez y otros asuntos relacionados con el narcotráfico. Al punto que el pastor evangélico Ezequiel Molina llegó a proponer en su mensaje ante la nación el 1 de Enero que se debía considerar la posibilidad de legalizar la drogas como una forma de quitar el incentivo económico que genera el narcotráfico, las muertes, las compras de conciencias, etc.

Ahora con lo sucedido a nuestros vecinos hemos visto un gran espíritu de solidaridad y de cooperación que a sacado a la luz lo mejor del dominicano como pueblo y me ha hecho recordar que el mal no es más abundante que el bien, sino que suena más. Porque una bomba hace más ruido que un beso o un abrazo.
No todo el país es narcotraficante. Son solo unos pocos que nos inquietan a todos. En sentido general este es un pueblo de buenos sentimientos que ha sabido mostrar solidaridad y que esperamos esto ayude a cambiar la imagen que algunos han querido vender de este pueblo como uno que abusa de su vecino. Y no digo que algunos no lo hagan, pero la mayoría no lo hace.

Sigamos siendo solidarios con los Haitianos que "por cuanto lo hiciste a unos de estos pequeñitos a mí lo hiciste" (Mateo 25:31-38).

Ahora lean lo que nos mandó el hermano Chico (Eddy Ramirez)

Primero se llevaron a los negros. Pero no me importó. Porque yo no era negro

Un día vinieron y se llevaron a mi vecino que era judío, pero no me importó porque yo no era Judío,

luego se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era;

enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era,

después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;

luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó;

ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde.

--Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán (1898-1956)


Seamos solidarios con nuestros semejantes, la vida es cíclica, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo; así, tal como dice la sabiduría popular: “hoy por ti y mañana por mí”.


Pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:


Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los social demócratas, guardé silencio, porque yo no era social demócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.

Haití bien vale más que una misa.

Seamos solidarios con nuestro prójimo.

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