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viernes, 20 de noviembre de 2009

ME QUIERO CASAR (1 DE 3)

Introducción

El matrimonio es un pacto entre un hombre y una mujer (Malaquías 2:14), cuyo testigo es Dios (Proverbios 2:17), y el hombre en aquellas sociedades donde esta reglamentado (Romanos 13:1, 2,5).
El matrimonio es el vínculo humano más sagrado que se comparte en la tierra. Es la primera institución creada por Dios (Génesis 2:18-24). Es el núcleo básico de la sociedad, y es la única relación que se compara con la de Cristo y su Iglesia (Efesios 5:25-32).

CUÁLES CUALIDADES MÍNIMAS DEBE TENER LA PERSONA CON QUIEN ME QUIERO CASAR?

Para contestar esta pregunta es bueno recordar que solo la decisión de aceptar y servir a Cristo es más importante que la decisión de con quién me voy a casar. Sin dudas es trascendental porque se trata de una relación que esta diseñada para durar toda la vida (Mateo 19:5,6). ¿Con qué clase de persona te gustaría atarte para el resto de tu vida? Este es el punto a meditar seria y detenidamente.

Debe ser una persona cristiana.- No se trata de simplemente haber sido bautizado, sino que sea una nueva criatura en Cristo (2Corintios 5:17). Alguien que en verdad haya nacido de nuevo (Juan 3:5,6). Este factor es el más importante de todos. Saber quien es el AMO de la persona con quien pensamos compartir de la forma más intima todo cuanto tenemos. Hay que pensarlo para no terminar teniendo por suegro a Satanás. Siendo pues la relación más importante de todas nuestras relaciones la que tenemos con Dios, nada ni nadie debe afectar esa relación.

El Señor mismo nos advierte sobre hacer relaciones desiguales con los incrédulos (2Corintios 6:14-16). A los Israelitas esto les trajo muchos dolores de cabeza (Números 31:9,16; Nehemías 13:23-27), y para Sansón lo mis que para Salomón fueron causas de caídas espirituales (Jueces 14:1-3; 16:4-22; 1Reyes 11:1-3).

Debe estar libre para casarse. Esto significa (1) que nunca se haya casado (2) Que haya enviudado (Romanos 7:1-4). (3) Que estando casado (a) fue victima de adulterio, repudio a su pareja y le otorgo carta (documento legal) de divorcio (Mateo 19:6-9). A estos 3 requisitos básicos debemos agregar que no sea de tu mismo sexo, pues Dios no aprueba las relaciones lésbicas, ni homosexuales (Romanos 1:26-28).

Dios mediante, continuará

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