Háblale a tus montañas Marcos 11:22-24

Este texto nos muestra que las palabras tienen poder cuando van acompañadas de convicción, por lo cual, el hombre de fe debe hablar palabras de fe.

I- SI LE HABLA MAL A SU MONTAÑA RECIBIRÁ EL ECO

1- Las palabras son como las semillas. Al hablarlas en voz alta son plantadas en nuestra mente subconsciente, cobran vida propia; echan raíces, crecen y producen la misma clase de fruto (Proverbios 18:21, Véase como ejemplo a Israel. Siempre se estaban quejando y murmurando y luego tenían que vivir en el miserable mundo que ellos habían construido con sus palabras y actitudes. Números 11:1-5; 14:1-6).
2- Hay que ser cuidadoso con pronunciar palabras negativas de incredulidad, porque no solo nos afecta a nosotros, sino también a los que nos escuchan (Ver Números 13:31-14:6).
3- Lo que digamos en medio de situaciones difíciles tendrá un gran impacto en cuánto tiempo nos quedaremos postrados en esa situación (Número 14:27-35)

II- DEJE DE HABLAR DE LO GRANDE QUE ES SU MONTAÑA Y EMPIECE HABLAR DE CUAN GRANDE ES SU DIOS .

1- (Isaías 54:7…Ninguna arma forjada en contra mia prosperará…1Juan 4:4 Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo).
2- No hable tanto del problema, sino del que lo soluciona (Vea caso de David 1Samuel 17:44-47). Mientras Goliat trataba de intimidarlo, él pronunciaba palabras de fe en su Señor
3- Crea y diga de corazón que Dios le dará la fuerza para salir victorioso (Joel 3:10; Filipenses 4:13)
4- Recuerde que nuestra vida es gobernada por nuestra lengua (Santiago 3:4). Hable palabras de fe. Hable palabras de victoria. Su vida tomará el rumbo correcto que Dios quiere.

CONCLUSION: "Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que DIJERE a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho LO QUE DICE, lo que DIGA le será HECHO. Por tanto, os digo que todo lo que PIDIEREÍS orando, Creed que lo recibiréi, y os vendrá. " (Marcos 11:22-24)