....Han pasado aproximadamente 2 mil años desde la creación del hombre y la raza humana ha crecido y se ha esparcido sobre el planeta tierra. Después de que Caín mató a su hermano Abel, Dios levantó un sustituto por Abel el cual se llamó Set. A partir de aquí los descendientes de Caín se destacan por ser hombre impíos (Ver Génesis 4:16-24), mientras que los descendientes de Set se dedicaron a invocar el hombre de Jehová (Génesis 4:25-26). Entre los más destacados descendientes de Set están Enoc y Matusalén (Génesis 5:21-24) y por supuesto Noé, cuyo nombre significa descanso (Génesis 5:28,29).
La separación que hubo entre los descendientes de Set y los de Caín se fue borrando con la unión de los hombre píos con mujeres impías, de los cuales nacieron gigantes (Génesis 6:1-4).
Llegó el momento en que Dios miró hacia la tierra y toda estaba corrompida y llena de violencia. Solo Noé y su familia quedaban como remanente de una raza extraviada. El Señor se arrepintió de haber creado al hombre; es decir, se sentía triste al ver al hombre corrompido por el pecado, y determinó destruirlo con un diluvio. Le reveló su plan a Noé de salvarlo junto con su familia y una pareja de cada especie de los animales por medio de la construcción de arca. A partir de esta revelación los días del hombre sobre la tierra serian 120 años, tiempo en el cual Noé prepararía el arca y pregonaría justicia, advirtiendo a aquella malvada generación del castigo inminente (2 Pedro 2:5).
El arca tendría unos 135 metros de largo, 22 metros de ancho y 13 metros de alto aproximadamente. Se calcula que tendría capacidad para 7 mil especies de animales.
Por la fe Noé preparó el arca (Hebreos 11:7), tal como Dios le mandó (Génesis 6:22; 7:5). Entro en ella y Jehová cerro la puerta (Génesis 7:16), es decir, que el tiempo de la misericordia había terminado. Fueron rotas todas la fuentes del gran abismo (Génesis 7:11), lo que indica que no solo hubo lluvias torrenciales, sino que las aguas subterráneas (Tal vez a través de terremotos) subieron impetuosamente ahogando todo ser viviente sobre el planeta.
El propósito del diluvio era tanto destructivo como constructivo. El linaje de hombres santos (La descendencia de la mujer – Génesis 3:15- ) corría el peligro de ser corrompido completamente, así que Dios extermino a la incorregible raza vieja para establecer una nueva raza de hombres justos. De manera que el diluvio fue el juicio de Dios contra una generación que había desechado completamente la justicia y la verdad. ¡La misericordia tiene un límite!
No hay comentarios:
Publicar un comentario