Sentados junto al fuego a la luz de la luna
conversaban un viejo indio y su nieto.
Le dijo el anciano al muchacho:
- Me siento como si tuviera dos lobos peleando
en mi corazón, uno es un lobo rabioso, resentido
y vengador, y el otro es un lobo pleno de amor y
compasión.
El nieto preguntó:
- Abuelo, ¿cuál de los lobos ganará la pelea?
El abuelo respondió:
- Aquel que yo alimente.
"...Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne" (Romanos 13:14).
"Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz." (Romano 8:6)
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, EN ESTO PENSAD" (Filipense 4:8)
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