HÁGASE TU VOLUNTAD.
¿Has tratado alguna vez muy arduamente de alcanzar alguna meta sólo para ver que tus esfuerzos se frustraban a cada paso? Cuando eso pasa, tal vez no te des cuenta del mensaje de que lo que realmente necesitas es hacer menos y confiar más.
Cuando has hecho todo lo que humanamente puedes, lo que queda por hacer es declarar: “Dios, hágase tu voluntad”, y poner tu confianza en el orden divino que trabaja en ti, a través de ti y en todo lo que te rodea. Continúa entregando la situación a Dios, y no te preocupes por ella.
Dios es el bien y sólo el bien; por tanto, la voluntad de Dios para ti sólo puede ser buena. Cuando dejas que se haga la voluntad de Dios, los asuntos se desenvuelven de manera más fácil y en orden perfecto.
“No se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Lucas 22:42
1 comentario:
Poniendo en practica este mensaje, nos ahorramos muuuuchas ansiedades y afliccion de espiritu
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