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jueves, 2 de junio de 2011

Desinterés interesado



Desinterés interesado

“Más bienaventurado es dar que recibir”, dice la Biblia; sin embargo, ¿dar a quién?
Identifico tres formas y objetivos de nuestras benevolencias:

1)dar “secretamente” a quienes nos pueden devolver el “favor” (o al menos a quienes sabemos que nos lo pueden “deber”);
2) Dar “con bombos y platillos” a los que no nos pueden devolver la dádiva;
3) Hacer el bien secretamente a aquellos que NO nos pueden devolver, bajo ningún concepto, la benevolencia.

La primera no la considero benevolencia y a la segunda le llamo “desinterés interesado”.

La mayor parte de la humanidad, para no decir toda, utiliza las tres formas; sin embargo, la única que trae recompensas reales es la tercera.
Ahora bien, ¿cómo hacer el bien a alguien que NUNCA pudiera devolvernos el favor? Te doy un ejemplo, ¿has visitado un asilo de ancianos, sin que ninguno sea tu familiar o conocido, y has pasado tiempo sólo escuchándolos y conversando con ellos? ¿Sabes cómo agradecen? Solamente dándote consejos, porque no tienen otra forma de agradecer el tiempo que les das. Como este ejemplo, de seguro encontrarás más en los cuales el favor sea realmente desinteresado; sin embargo, muchas veces el interés de “para mí, lo mío y yo”, predomina al momento de hacer el bien, consciente o inconscientemente.

John Bunyan, escritor inglés que vivió en los años 1600, escribió: “No has realmente vivido hoy, hasta que hagas algo por alguien que nunca podrá devolvértelo”.


Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.


Autor: David A. Guerrero S.

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