¿No puedo ó no quiero?

Cuando usted recibe a Cristo como Señor, recibe una capacidad sin límite...Una fortaleza increíble. Simplemente lea usted los siguientes texto, pero esta vez, hágalo despacio:
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13)

"Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré màs bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo" (2Corintios 12:9)

" Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu" (Efesios 3:14,16)

"No os ha sobrevenido ninguna tentacion que no sea humana; pero fiel es Dios, que no oso dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar" (1Corintios 10:13)

¿Leyó cada una de estas palabras, o saltó una o dos líneas?. Si ocurrió esto último, por favor, vuelva y aliméntese LENTAMENTE con esas declaraciones.
¿Cual es el pensamiento que más se destaca en estos versos?
Desde mi punto de vista el pensamiento principal es que Dios tiene un poder extraordinario y lo pone a disposición de nosotros. Dios coloca "Algo" en la parte interna del cristiano, "ALgo especial", una reserva increíble de poder que es más que suficiente para cualquier cosa que la vida nos lance. Cuando entra en operación se realizan hazañas fenomenales y milagrosas.

Veamos un texto adicional: "Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas
como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán"
(Isaías 40:30,31).

Seamos específicos. Todo se reduce a la elección entre dos declaraciones comunes de nuestro vocabulario. ¡Son pequeñas, pero qué diferentes!. "NO PUEDO" y "NO QUIERO"
Preferimos usar la expresión "No puedo". Por ejemplo: "No puedo llevarme bien con mi esposa" ;"Mi esposo y yo no podemos comunicarnos"; "No puedo disciplinar a los niños como debiera hacerlo"; "No puedo abandonar la relación amorosa que tengo"; "No puedo dejar de comer en exceso"; "No puedo hallar tiempo para orar"; "No puedo dejar de decir chismes", etc, etc, etc.

Cualquier cristiano que tome en serio los textos que citamos, confesará que la expresión que realmente se debe usar es "No quiero". ¿Por qué?. Porque se nos ha dado el poder y la capacidad para vencer. ¡Así de simple!. De modo que: "No puedo" es casi siempre una simple excusa insatisfactoria. Es necesario ser honestos con nosotros mismos y usar un lenguaje que exprese la realidad de la situación. Así que hacemos bien en cambiar el "No puedo" por el "No quiero", porque así dejamos de evadir la verdad y de engañarnos a nosotros mismos y comenzamos a vivir en la realidad.
"No quiero llevarme bien con mi esposa"; "Mi esposo y yo no queremos comunicarnos"; "No quiero disciplinar a los niños como debería"; "No quiero abandonar la relación amorosa que tengo"; "No quiero dejar de comer en exceso"; "No quiero hallar tiempo para orar"; "No quiero dejar de decir chismes"

En realidad, desobedecemos porque queremos; no porque estamos obligados a hacerlo. Cuanto más pronto estemos dispuestos a reconocer nuestra responsabilidad, admitir nuestras faltas y confesarlas a Dios, será todo mucho más fácil. Echar la culpa a otros no contribuye a la solución del problema, pero si lo perpetúa.

Hubiera deseado encontrar una forma menos cruda de comunicar todo esto, pero ¡SIMPLEMENTE NO PUEDO! ...¡Epa!