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domingo, 26 de junio de 2011

QUÉ DICE LA BIBLIA DE LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA

INTRODUCCIÓN

Disciplinar es hacer guardar o imponer las normas o reglas. Es hacer respetar las leyes. También puede significar instruir y azotar.

La iglesia está llamada por Dios a guardarse santa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante (Efesios 5:26,27). Para eso debe velar porque sus miembros vivan vidas que estén de acuerdo a la voluntad de Dios, y sobre todo que su actitud ante el pecado no sea permanecer en él, sino arrepentirse, confesarlo y apartarse.

La Biblia que Dios disciplina a sus hijos. Favor leer y meditar los siguientes textos. (Hebreos 12:5-11; Josué 7; Apocalipsis 2:19-23).

Pero otras veces exige que la iglesia tome medidas disciplinarias contra algún miembro que ande desordenadamente.

I- ¿CUANDO NO ES NECESARIA LA INTERVENCIÓN DE LA IGLESIA?

a) Cuando la falta es personal y no ha trascendido al público. Mateo 5:23,24 dice: “ Por tanto, si estás presentado tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda en el altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces en y presenta tu ofrenda”.

b) Cuando un hermano a pecado contra ti, no debes esperar que él venga a ti, sino que debes ir y reprenderlo cuando están solos. Es posible que esto solucione el problema, pero si acaso el orgullo prevalece, entonces la biblia manda lo siguiente: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. “ (Mateo 18:15-18).

c) Tampoco es necesario que la iglesia intervenga cuando un hermano encuentra a otro cometiendo una falta que no se ha hecho pública. Gálatas 6:1 dice: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. “ .

II- ¿CUANDO SI ES NECESARIO QUE LA IGLESIA INTERVENGA?

a) Cuando el hermano que cometió una falta personal contra otro no se quiere arrepentir, entonces la iglesia, viendo su actitud, debe someterlo a disciplina (leer nuevamente Mateo 18:15-18).

b) Cuando un miembro causa división. Romanos 16:17 dice: “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. “ La iglesia debe tomar medidas contra los divisionistas y apartarse de ellos. Vea lo que dice Tito 3:10 "Al hombre que cause divi­siones, después de una y otra amonestación deséchalo".

c) Cuando un hermano anda desordenadamente (fuera de lugar) debe ser disciplinado. Pablo se refiere en los siguientes textos a hermanos que no querían trabajar, sino que andaban entrometiéndose en lo ajeno. “Pero os ordenamos, her­manos, en el nombre de nuestro Señor Jesu­cristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la en­señanza que recibisteis de nosotros ... Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence". (2 Tesalonicenses 3:6,14)

d) Cuando un hermano persiste en su pecado, a pesar de que se le ha llamado la atención, entonces la Biblia nos ordena reprenderlo en presencia de todos. “A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.” (1Timoteo 5:20). Pablo también manda a Tito de la siguiente manera: “ Porque hay muchos rebeldes, habladores de vanidad y engañadores…a quienes es preciso tapar la boca…por eso, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe” (Tito 1:10-13).

e) Cuando un hermano comete una falta que escandaliza a la iglesia y hasta a la sociedad, entonces la iglesia debe intervenir para corregir el mal. Favor leer detenidamente 1 Corintios 5:1-5 : “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

III- ¿COMO DEBE APLICARSE LA DISCIPLINA?

a) Cuando la amonestación en privado no ha dado resultado, entonces, se reúne la iglesia en una reunión de carácter no publico (Mateo 18:17; 1Corintios 5:4).

b) Hermanos que gocen del aprecio y buen testimonio en la iglesia dirigen la reunión (1Corintios 6:1-5).

c) Se presentan los testimonios de los que saben de la falta (Mateo 18:16). O las pruebas que demuestran la comisión de un hecho.

d) Se invita al hermano que ha cometido la falta a que reconozca su falta, se arrepienta y pida perdón por el agravio cometido.

e) Si no oye a la iglesia, entonces la iglesia debe señalarlo (Romanos 16:17).

f) Reprenderlo delante de todos (1timoteo 5:20).

g) Tenerle por gentil y publicano (Mateo 18:17), Es decir, como una personal mundana. Apartarse de él (2 Tesalonicenses 3:6), y no juntarse con él de manera social (Con el tal ni aun comáis… 1Corintios 5:11). Pablo llama a este proceso “Entregar a Satanás”, lo que significa quitarlo de entre nosotros, V2 y 13 o cortarle la comunión.

IV- ¿CUAL ES EL PROPÓSITO DE LA DISCIPLINA EN LA IGLESIA?

a) Dios no tolera el pecado (Apocalipsis 3:19). La iglesia para mantener el favor de Dios y su condición de santidad, debe también corregir el pecado internamente.

b) La disciplina es para que el hermano que ha cometido la falta se avergüence (2 Tesalonicenses 3:14). Su orgullo le ha enceguecido, y ahora necesita el auxilio amoroso de sus hermanos, los cuales le van a hacer sentir lo molesto que está Dios con su pecado, para que se arrepienta y no sea condenado con el mundo (1Corintios 11:28-32). Así sucedió con el fornicario de la ciudad de Corinto, el cual posteriormente se arrepintió (2Corintios 2:1-11).

c) Para que otros teman (1Timoteo 5:20).

d) Para que aprendan a no blasfemar (1Timoteo 1:18-20).

e) Al hermano que ha sido sometido a disciplina, la iglesia no debe juntarse con él, sino cortarle la comunión, pues de seguir tratándolo como si no hubiera pasado nada, entonces la disciplina no va a tener efecto. Sin embargo no debe considerarlo enemigo, sino amonestarlo (al arrepentimiento) como hermano. 1Tesalonicenses 3:15: “Sin embargo, no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como un hermano”

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