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martes, 21 de diciembre de 2010

PLAN ANTI STRESS





Me parece que como cristianos no le hemos dado la debida atención a este delicado tema del stress. Cuando pensamos en las consecuencias fisicas del stress nos damos cuenta que estamos sometiendo nuestro cuerpo a una presin constante que termina deteriorándolo. La Biblia dice que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y que si lo destruimos, Dios nos castigara por eso (1 Corintios 3:16,17).


Algunas consecuencias fisicas del strees son:


1. Insomnio y tensión nerviosa.


2. Dolores de cabeza, cuello, espalda, ulceras, infartos, cáncer, etc.


3. Caída del cabello.


4. Malestar estomacal, diarrea, estreñimiento.


5. Cansancio, agotamiento, bajo rendimiento físico.


6. Propensión a uso de sustancias estimulantes, como alcohol, cigarrillos o drogas


7. Cambios de humor.


8. Dificultad para relacionarnos bien con los demás.


9. Dificultad para tomar decisiones.


10. Depresión.




El stress nos hace pecar. A continuación algunas formas en que lo hace:

1. Ya hemos visto que físicamente es capaz de destruir nuestro cuerpo, y que eso nos puede traer problemas serios con Dios.


2. No incapacita o por lo menos nos dificulta ser buenos esposos o esposas, buenos padres, hijos, patronos, empleados, vecinos, estudiantes o ciudadanos en sentido general.


3. Nos hace estar ansiosos y afanosos, y la Biblia nos dice que por nada estemos afanosos (Filipenses 4:6), y que echemos toda nuestra ansiedad sobre Dios porque el tiene cuidado de nosotros (1Pedro 5:7).


4. Nos hace preocuparnos por cosas sobre las cuales no tenemos control y por tanto nos hace meternos en un terreno que es de Dios (Mateo 6:25-32).


5. Nos lleva a estar pendientes de tantas cosas que nos olvidamos de lo que es realmente importante y que dura para siempre (Lucas 10:38-42).


6. Evidencia nuestra poca fe y dependencia de Dios (Mateo 6:25-33).


7. Nos iguala a las personas del mundo que no creen ni esperan en Dios (Mateo 6:32).


8. Invierte nuestro orden de prioridades al ponernos a buscar primero lo de segunda importancia (Mateo 6:32,33).


9. Impide que disfrutemos el dia de hoy por estar pendiente de lo que vendrá mañana (Mateo 6:34).


10. Impide que apreciemos y disfrutemos hasta de la presencia de Jesucristo (Lucas 10:38-42).


Que podemos hacer?


1. Determina si estas estresado. Solo debes revisar los síntomas físicos, emocionales y espirituales.


2. Determina el nivel de stress que tienes. No es lo mismo sentir un dolor de cabeza de vez en cuando, que tenerlo varias veces a la semana. Así que si tu caso te ha llevado a serios problemas fisicos, a una depresión (Leve o severa), o te esta dificultando relacionarte bien con Dios y con los demás, entonces necesitaras tomar medidas urgentes y fuertes.


3. Analiza detenidamente que es lo que te ocasiona el stress. Hay personas que le estresa una cosa y a otra no le causa la menor inquietud. Por ejemplo, alguien puede estresarse mucho mientra conduce un vehículo, peleando con todos los conductores que le pasan cerca. Otros lo toman con calma y van conversando o escuchando la radio y disfrutando el momento. Igualmente a personas que la pasan muy bien en su casa, pero en su trabajo todo se vuelve un campo de batalla. En resumen, deben ver que te causa el stress para poderlo enfrentar donde se produce y con quien te lo produce.

4. Reprograma tu forma de pensar. Cuando nos acostumbramos a pensar negativamente, eso nos impacta muy duro sobre toda nuestra vida. Los terapeutas de la conducta dicen que los malos sentimientos y las malas acciones son el resultado directo de pensar mal. Así que aprenda a pensar bien; de usted mismo, de los demas y de las circunstancias que se le presenten. Sobre este punto quiero agregar lo siguiente:


a) Recuerde que usted ha sido creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26,27). Que todo en usted a sido hecho de forma perfecta y puesto por Dios en su justo lugar porque tu vida es parte de un propósito de Dios (Salmos 139:12-15).


b) Reconoce que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28). Es decir, que aunque lo que nos venga sea duro y díficil de aceptar, debemos creer que esa circunstancia (que es posible que sea consecuencia de nuestros errores) Dios la usara para nuestro bien, o sea, para la salvación eterna de nuestra alma.


c) Piense bien de los demás. Se que correrá el riesgo de que lo defrauden y este preparado para eso, pero no viva en una constante desconfianza y continua sospecha, porque su manera de pensar le atraerá lo peor. Busque siempre la parte buena de la gente y así sacara lo mejor de ellas. Recuerde que el segundo gran mandamiento es AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO (Marcos 12:31). No hay nada mas gratificante fuera de Dios que tener buenas relaciones con los demás. Las relaciones son mas importantes que los logros y que las posesiones materiales, asi que quítese un poco de stress llevándose bien con los demás, aceptándolos como son, teniendo paciencia con ellos y perdonándoles sus errores, porque usted tampoco es perfecto (Colosenses 3:12-15).


d) Piense en lo que esta pensando. No deje sus pensamientos vagar hacia las cosas negativas que lo llevan a pecar. Oblíguese a desechar los malos pensamientos y a pensar solo en las cosas buenas y positivas. "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8).


5. Ponga orden de prioridad en su vida. Si usted tiene a Dios como algo secundario al cual acude cuando esta en aprietos, entonces su vida siempre será estresada, porque usted a perdido el propósito de su vida y anda ansioso buscando algo que le de sentido a todo. La Biblia dice todo lo que existe y en particular nosotros hemos sido creado por el y para el (Colosenses 1:16; Romanos 11:36). Asi que amar a Dios con todo tu corazón, tu alma, tu mente y tus fuerzas debe ser lo primero en tu vida. Servir a Dios llenara tu vida de significado y todo lo que hagas sera estimulante, todo lo que te suceda tendra especial significación. Asi que, teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre (Eclesiastés 12:13). Luego si es casado dedíquese a cultivar su relación de pareja (1Corintios 7:31-34) y luego los hijos. No invierta el orden para que no lo lamente. Luego las otras cosas como el trabajo, los estudios y demás. No permita que el trabajo tenga prioridad sobre su familia. Recuerde que las relaciones son mas importantes que los logros o que las cosas materiales. Véase en el espejo de personas que alcanzan muchos triunfos materiales, pero se sientes tristes porque no tiene con quienes compartirlos.


6. Haga algunos ajustes importantes. Los buenos hábitos pagan grandes dividendos en nuestra vida. Si Dios es lo primero en su vida, dedíquele los primero minutos de su dia con un buen momento de lectura Bíblica, una buena conversación con el, donde usted le pondrá en sus manos la agenda del dia y dejara que se haga su voluntad. Esto le quitara mas strees del que usted pueda imaginar. Recuerde que la vida no se trata de Dios ayudandonos a realizar nuestro proyecto de vida, sino de nosotros colaborando para que sus planes se cumplan en nuestra vida. Así que acójase a la agenda divina. Saque tiempo para alimentarse bien, beber suficiente agua, hacer un poco de ejercicio. Todo esto le sera de mucha ayuda. No se afane por el dia de mañana, pero si lo puede anticipar. Por ejemplo, deje con lo que se va a poner preparado la nocha anterior y algunos apuntes de cosas que tiene pendiente, en orden de importancia, para que la improvisacion y la prisa no le traicionen. Acuéstese temprano y apague todos los estímulos por lo menos una hota antes (Televisor, celular, computadora, etc). Cene algo nutritivo, pero ligero y procure tener una buena conversacion con Dios antes de dormir. Salga para donde va con tiempo suficiente para evitar la prisa y haga lo que tiene pendiente con anticipación.


7. Evite gastar mas de lo que gana y no se compare con los demás. Hay gente que se agrega mucho stress por querer aparentar lo que no son. Si aprende a estar contento con lo que tiene ahora, será una persona muy feliz, porque usted nada trajo a este mundo y nada se podrá llevar (1Timoteo 6:6-10). Así que cuenta las bendiciones que tiene, y no lo que le hace falta, porque el que se dedica a complacer sus deseos, nunca lo logra, pues los deseos se van multiplicando y lo que hoy a usted le complace, mañana le sabe a nada. Piense en ese esto que dijo Thomas de Aquino: "Deseo poco; y lo poco que deseo, lo deseo poco". Usted encontrara mas felicidad y paz limitando sus deseos que complaciéndolos.


8. Finalmente recuerde que su actitud (La forma como usted reacciona ante lo que pasa) es mas importante que las cosas mismas. Casi todo lo que he escrito procura producir en nosotros un cambio en nuestra actitud. He conocido personas con pocas responsabilidades que tienen altos grados de strees, porque es cuestión de actitud. Hay un principio llamado 90-10 que dice que un 10% de lo que somos esta determinado por lo que nos pasa y un 90% esta determinado por como reaccionamos. Usted tiene la disición de como va a vivir su vida. Según una encuesta la gente se preocupa e inquieta por 100 cosas, de las cuales 92 no han ocurrido y nunca llega a ocurrir, o sea, que solo un 8% de las preocupaciones son legítimas. Entonces el 92% del problema esta en nosotros. Si aprendemos a dejar en manos de Dios nuestros futuro y nos concentramos en vivir un día a la vez, nuestra vida sufrirá un cambio radical para bien....Dios te bendiga y te ayude.











Comentarios:
Angela Bello dijo...
Bendiciones hermano y muy bueno que haya traído el tema, pues el silencioso mal del Estrés,se ha hecho un invitado permanente en la vida diaria, haciéndonos incapaces de identificarlo a tiempo y distanciándonos de nuestro propósito de vida, lo que se traduce en mala salud espiritual, física y mental

1 comentario:

Mi perspectiva con la Dra. Angela Bello dijo...

Bendiciones hermano y muy bueno que haya traído el tema, pues el silencioso mal del Estrés,se ha hecho un invitado permanente en la vida diaria, haciéndonos incapaces de identificarlo a tiempo y distanciándonos de nuestro propósito de vida, lo que se traduce en mala salud espiritual, física y mental.