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domingo, 18 de abril de 2010

Cristianismo Activo 2da. Parte

Colosenses 2:2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo

Aquella noche una joven hermana meditaba con alegría en los consejos ofrecidos por la hermana Marta, quien le abordó con respecto a su conducta, usando palabras de amor y justas reprimendas apegadas a principios bíblicos.
Esto es lo que sucede cuando aplicamos el amor por lo demás y desechamos los conceptos errados de un principio de individualidad que se traduce en desamor por lo demás; y pensando en esto he meditado en el pasaje bíblico:
Hechos 2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas
Parecería imposible lograr esto en la actualidad, tal vez porque los tiempos han cambiado y además podríamos argumentar que esto pasó debido a las persecuciones en el inicio del cristianismo, convirtiendose la unidad en una necesidad, o porque ellos esperaban la venida de cristo como cercana, en lo personal la segunda me parece más valedera, podemos leer que esa generación de primeros cristianos creía firmemente que cristo regresaría por ellos, y me pregunto yo, ¿no es lo que deberíamos creer ahora también?
Mateo 24:42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
2da de Pedro 3:9
Siendo así, pienso que ajustado a nuestro estilo de vida actual, los cristianos podemos asumir hechos 2:44, y habrá quien me diga que lo cumplimos ya que estamos juntos en los cultos, reuniones de damas, reuniones de jóvenes y a veces en las confraternidades, pero tener todas las cosas en común se hace un poco más difícil, porque exige algo más que pasar tiempo juntos, nos invita a compartir, a conocernos más, saber cómo la pasa mi hermano (a), sentarnos a hablar de nuestros hijos, o de nuestros proyectos y sueños, que a veces por no molestar al hermano o porque tiene más problemas que yo, no lo hacemos o simplemente porque no creemos que les pueda interesar, mientras que si cultivamos horas de charlas e intercambiamos mensajes con el compañero (a) de trabajo o de estudio y es con quienes creamos mayores lazos y amistad.
Tener cosas en común va más allá de que seamos de la misma edad, sexo, nivel educativo o grado espiritual, tiene mucho que ver con al grado de amor con que veamos al que comparte con nosotros la gran promesa de vida eterna junto con Dios.

Ángela Bello (Verónica)

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