El caracter es lo que solo Dio ve en ti, sea bueno o malo, es algo no obvio a otras gente. Dios le dice a Samuel en 1 Samuel 16:7, que Dios deshecha lo que mira el hombre, y que no mira la apariencia exterior, sino lo que no mira el hombre: el corazón. Eso es el carácter.
La reputación es lo que la gente sabe de ti—es lo que está en la superficie. Una persona integra es la que su carácter y su reputación van de la mano. Y una persona hipócrita es la que su reputación no concuerda con su carácter.
La iglesia en sardis tenia una buena reputación, pero un mal carácter (Apocalipsis 3:1-6).
Alguien dijo: “El carácter se hace en los momentos pequeños de nuestras vidas”. En otras palabras siempre que quebrantamos un principio moral, estamos creando una pequeña grieta en nuestro carácter. Cada vez que hacemos una elección estamos creando nuestro carácter.
Si tu te encargas de tu carácter, Dios se encarga de tu reputación”.
Porque Dios no busca tu reputación sino tu carácter, lo mismo que buscó en el rey de Israel, y que halló en David (1 Samuel 13:14).
Como discípulos del Señor debemos trabajar para que el carácter de Jesucristo sea formado en nosotros. “Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros.” Gálatas. 4:19
¿Qué es más importante para tí, tú reputación (Lo que otros dicen de tí) o tu caracter (Lo que realmente erés y lo que Dios piensa de tí?
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