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miércoles, 1 de julio de 2009

DESAFIOS DEL MUNDO MODERNO PARA EL JOVEN (ENTREGA 1 DE 3)

La palabra “mundo” (kosmos) no se refiere al universo, sino al “mundo separado de Dios, el mundo impío, el mundo que no tiene en cuenta a Dios, el mundo que insiste en sus propios caminos y rechaza el camino de Dios”.
1 Juan. 2:15-17 define el “mundo” y dice – “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida” (por ej., vivir mundano para ser aceptado por gente mundana; seguir la moda, usar ropa deshonesta).
“¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, cualquiera que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios”. (Santiago 4:4).
La amistad con el mundo no quiere decir la amistad con gente mundana. Cristo era amigo de pecadores, Lucas 7:34. Debemos ser amigos de mundanos para ganarles a Cristo. En realidad la “amistad” prohibida es la amistad con los caminos del mundo, o sea, el pecado practicado por gente mundana

¿CUALES SON LOS DESAFIOS QUE EL MUNDO NOS LANZA?

El modernismo. Nunca en la historia de la iglesia ha habido Tanta prosperidad, tanta tecnología médica, tanta preparación académica. Pero a la vez, tanta tentación de descuidar el alma, tanto descuidar asuntos espirituales, tanto descuidar la evangelización, tanto descuidar a los santos necesitados.
Hace apenas 15 ó 20 años atrás no existían o por lo menos no eran de uso generalizado instrumentos de la tecnología como los teléfonos celulares (Ahora con cámaras, música, etc), los discos compactos (CD), la Internet, los blackberries, los I pod, los DVD players, etc. Todos ellos le facilitan la vida económica y cotidiana a la gente, pero a la vez ponen el pecado cada vez más accesible al ser humano y a los jóvenes en particular
El estilo de vida moderno es un gran desafío para los jovenes, porque ellos son los grandes usuarios de los adelantos modernos.

El relativismo es otro gran desafío para el joven moderno. Vivimos en la era de la relatividad. Hoy nada es verdad ni es mentira, sino que para muchos una cosa puede ser verdad y mentira para otros. Incluso en el campo religioso no es aceptada la verdad absoluta, sino que cada quien tiene “Derecho” a creer lo que más le convenga y no ser “Molestado” por sus opiniones. Si queremos medir las conductas, necesitamos una unidad de medida igual para todos. Porque si el kilómetro es para ti 1.000 metros, para él, 900, y para otros 1.200, 850 o 920 metros, entonces el kilómetro ES NADA. Si la ética ha de ser criterio para distinguir entre el bien y el mal, entonces ha de ser objetiva y una, no subjetiva y múltiple.
La palabra de Dios ofrece una regla absoluta e infalible para medir las acciones de los seres humanos. El impio, como no quiere sujetarse a ella, la desacredita y la cristica, pero por ella seremos juzgados en el día final (Juan 12:46-48; Apocalipsis 20:12,13).

En próximas entregas veremos otros desafíos y cómo enfrentarlos y vencerlos.

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