El discipulado (Continuacion de la segunda parte)

IV- EL DISCIPULADO Y LA EVANGELIZACIÓN (CONTINUACION)


1- "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predi¬cando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies" (Mateo 9:35-38).

2- Un discípulo es una persona que está conciente de la necesidad que hay en el mundo. Parecen ovejas que no tienen pastor. La oveja es un animal que sin un pastor está totalmente desorientada y a merced de los depredadores. Necesita urgentemente alguien que les guíe. Jesucristo es el buen pastor (Juan 10:11).

3- La gente necesita más que ninguna otra cosa oír y aprender de Cristo y su evangelio. El discípulo reconoce que no hay obreros suficientes, y por eso es diligente haciendo su parte y orando para que el Señor envíe obreros a su mies (Mateo 9:35-38).

4- Los fariseos y los escribas murmuraban a Jesús porque recibía y comía con los pecadores. El maestro respondió con 3 parábolas. La de la oveja perdida, la de la moneda perdida y la del hijo pródigo. En las tres se enfatiza lo mismo: DIOS AMA AL PECADOR. A DIOS LE DUELE CUANDO UN ALMA MUERE EN PECADO. HAY ANSIEDAD EN EL CIELO POR LOS PERDIDOS. HAY GOZO EN EL CIELO CUANDO UN PECADOR SE ARREPIENTE.

5- Esta fue la razón que motivó a Cristo a mandar a sus discípulos a predicar de dos en dos. Primero a los 12 (Lucas 9:1,2), luego a los 70 (Lucas 10:1-3). Finalmente antes de irse les dejó está encomienda como algo que debían olvidar (Marcos 16:15,16).

6- Los apóstoles cumplieron su parte (Hechos 5:42; 6:2,3). La iglesia también entendió que este era su trabajo principal (Hechos 8:1-4; 11:19,20; 1 Tesalonicenses 1:8). De modo que Pablo le llama columna y apoyo de la verdad (1Timoteo 3:15). Eso no ha cambiado para nosotros hoy.

7- El evangelio llegó a todo el mundo conocido de aquel entonces (Romanos 10:18; Colosenses 1:23). Esto sin vehículos rápidos, sin radio, sin imprenta, sin televisión, sin Internet. ¿Podríamos nosotros hacer lo mismo contando con estas ayudas?.
8- Los discípulos del siglo 21 deben consagrarse a su maestro, prepararse todo lo que puedan, especialmente en aspectos Bíblicos, pero también en conocimiento de las cosas de este mundo. También deben orar mucho para que Dios envíe obreros a su mies y para que nos abra puertas para la predicación de la palabra (Colosenses 4:3; Efesios 6:18-20).

9- El discípulo debe mostrar disposición para aportar de sus recursos económicos para que la obra crezca (Filipenses 4:14-18).

10- La iglesia debe organizarse de tal forma que todo el mundo ponga a producir su talento para el maestro. Todo aspecto de su esfuerzo va dirigido a que las almas se salven. Trabajemos para tener imprentas a nuestra disposición, programas radiales y televisivos, paginas de Internet y un activo programa de predicación en la congregación y en las escuelas, en los centros de trabajo (Donde quiera que estamos) y por las casas. Todo esto a tiempo fuera de tiempo (2Timoteo 4:2).

11- Mateo 4:19, “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. La obra de ganar almas es como la obra de pescar. La red que echamos es el evangelio verdadero (no evangelios falsos, Gálatas 1:8, 9). Hay muchos pescadores que usan otras clases de red: toda clase de actividades sociales (recreo, diversiones de toda clase, deportes, bailes), música instrumental (con varios grupos musicales, coros, etc.), clínicas, escuelas y varias otras instituciones y sociedades. Pero el cristiano solamente usa la red de Dios, el evangelio (Romanos 1:16). (Imagínese el apóstol Pablo o el apóstol Pedro usando los deportes para atraer a los jóvenes y otros). (Copia del hermano W. Partain).

12- Debemos abandonar el egoísmo y mostrar interés por la gente. Primero pongamos atención a las personas que visitan el local. Prestémosle la Biblia, himnarios, ayudémosle a buscar, seamos atentos. Anotemos nombre, teléfono, hagamos visitar, llamadas, enviemos mini-mensajes, etc.

13- Igualmente con nuestros compañeros de trabajo, de escuela, con nuestros vecinos. Hay muchos de ellos que necesitan simpatía. Vamos a darle simpatía para ganarlos para Cristo (1Corintios 9:19-21). Tal vez no nos interese mucho sus asuntos personales, pero nos interesa la persona misma, su alma. Así que debemos mostrar interés en ayudarle, en su salud, en su familia, etc. Así estaremos abriendo campo para el evangelio.


14- Ezequiel 3:17-21 “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma”.